Cuando un alumno se decide a dar el paso de formarse en el extranjero y para ello, bien a trave?s de un Ti?tulo Oficial o un Ti?tulo Propio, decide venir a la Universidad de Salamanca, por su cabeza pasan una infinita cantidad de preocupaciones que tiene que ir resolviendo, como son desplazamiento, alojamiento, qué opcio?n de todas las que la USAL ofrece elegir...; en fin, un sinfi?n de preocupaciones entre las cuales no se encuentra la que con este arti?culo quiero pasar a explicaros.
Una de las motivaciones de formarse en el extranjero siempre, lo tengamos en cuenta o no inicialmente, es que esa formacio?n nos sirva para poder utilizarla una vez obtenida en nuestro pai?s de origen, bien sea para optar a plazas oficiales, para diferenciarnos por tener un extra de formacio?n, o para infinidad de casos y oportunidades que se nos pueden presentar a lo largo de nuestra futura vida profesional.
Tanto en el momento de elegir esa formacio?n o mientras la recibimos, en este caso en Salamanca, el estudiante no suele tener presente la necesidad de que ese ti?tulo en algu?n momento posterior de su vida profesional, lo va a tener que utilizar, y para ello es fundamental que dicho ti?tulo este legalizado, ya que, si no es asi?, el ti?tulo carece de cualquier validez legal en nuestro pai?s de origen.
Esta necesidad suele surgir, como decimos, en algu?n momento muy posterior al momento en el que elegimos o realizamos dicha formacio?n u obtenemos el correspondiente ti?tulo. En el momento en el que nos surge esta necesidad, la gestio?n de legalizar nuestro ti?tulo se convierte en una tarea muy compleja y altamente costosa, ya que pasa o por incurrir en desplazamientos a la ciudad y pai?s donde obtuvimos nuestro ti?tulo (Salamanca en nuestro caso) o buscar la compleja manera de que alguien se encargue de realizar esta tarea, an?adiendo adema?s que el coste de cualquiera de las posibilidades se convierte en una barrera difi?cilmente superable.
Es por esta razo?n por la que queremos concienciar al estudiante que viene a nuestra Universidad de Salamanca de la importancia y relevancia que durante su estancia en nuestra Universidad deje solventado el tra?mite de la legalizacio?n del ti?tulo de la formacio?n que este? realizando.
Este tra?mite si lo dejamos solucionado mientras estamos realizando la formacio?n es algo muy sencillo y a un coste realmente asumible. Nuestra empresa GESTORI?A MAYS, bajo el Programa de Empresas Amigas de la Universidad de la Fundacio?n de la Universidad de Salamanca, hace que esta gestio?n se realice de forma sencilla y asequible para los estudiantes, encarga?ndonos en funcio?n del pai?s de origen del estudiante y del ti?tulo que este cursando en nuestra Universidad, de solucionar todas las gestiones necesarias para que tanto en algunos casos puedan llevarse el ti?tulo ya legalizado al te?rmino de su formacio?n o en casos en los que la obtencio?n del mismo es posterior a su marcha de nuevo al pai?s de origen, de que este ti?tulo lo reciba ya legalizado en el domicilio que nos deje indicado de su pai?s.
Como comenta?bamos en funcio?n del pai?s de procedencia del estudiante, nuestro pai?s forma parte del convenio de “Apostilla de la Haya” lo cual facilita enormemente este tra?mite de legalizacio?n, pero en nuestro caso somos especialistas tanto en estos casos como en aquellos en los que el pai?s de procedencia no se encuentre dentro de dicho convenio.
Por lo tanto, nos gustari?a que estas letras sirvan para que la comunidad universitaria de estudiantes extranjeros tome conciencia de la relevancia de tener legalizados los ti?tulos que obtienen en nuestra Universidad y asi?, a trave?s de nuestra experiencia y colaboracio?n con la Fundacio?n General de la Universidad de Salamanca, pueda hacer que este tra?mite se realice sin ningu?n contratiempo y en el momento que nos es ma?s favorable para realizarlo, que es durante nuestra estancia en Salamanca.
Para esto, no tendra? ma?s que ponerse en contacto con nosotros o con la Fundacio?n General de la Universidad de Salamanca.
Un saludo.
Jorge Ruiz Rodríguez.
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Empresa Amiga de la Universidad de Salamanca
ISSN 2386-9275 |
Boletín 059 • diciembre 2019 |
El acoso escolar o bullying es una problema?tica ampliamente conocida hoy en di?a tanto por todos gracias a la visibilizacio?n que se esta? dando a la problema?tica en los medios de comunicacio?n. Aunque parezca intrascendente, para ser un feno?meno bastante recurrente, pocas son las personas capaces de definir el feno?meno y delimitarlo. El bullying es una problema?tica que se enmarca dentro del entorno escolar, en donde una o varias personas agreden fi?sica o verbalmente a una o varias personas de forma continuada. Es importante tener en cuenta que esto significa bullying y cualquier cosa que se salga de los para?metros, sera? otra forma de violencia, pero no bullying.
Algo ma?s complicado es definir que? es ciberbuyllying, pues es un te?rmino que hoy di?a no parece muy consensuado. El ciberbullying hace referencia al mismo feno?meno que el bullying, so?lo que el contexto en el que se produce no es un lugar fi?sico determinado, como la escuela, sino que se emplean las redes sociales para abusar de una o varias personas. La diferencia que tiene el bullying con respecto al ciberbullying es que e?ste u?ltimo implica u?nicamente una agresio?n psicolo?gica a la vi?ctima o vi?ctimas, pues el contacto no es directo. Este matiz es el que marca la diferencia y hace que el ciberbullying sea un estilo de acoso ma?s dan?ino, lo que se explicara? en los siguientes apartados.
Cuando una persona difunde una imagen de burla hacia un compan?ero a trave?s de las redes sociales, no se considerari?a ciberbullying a menos que esta difusio?n fuera repetida. Del mismo modo, si una vez difundida dicha imagen el compan?ero recibe burlas en el entorno educativo, no se estari?a produciendo ciberbullying, sino bullying, pues este acoso se produciri?a en el contexto educativo y no a trave?s de internet. Esta aclaracio?n es pertinente puesto que muchos de los casos de bullying hoy en di?a comienzan por la difusio?n de contenido que de alguna manera afecta a la reputacio?n de un joven, dada la gran habituacio?n de los jo?venes a las TIC y la temprana edad de adquisicio?n de los dispositivos.
Aparentemente, saber que? es el bullying y ciberbullying solo nos sirve desde un punto teo?rico, pero realmente significa mucho ma?s: conocer la naturaleza de nuestro mundo, de nuestra sociedad, de los valores ci?vicos, de la educacio?n actual, de los modos de interaccio?n, de las figuras de autoridad, de los lazos afectivos entre padres e hijos, de las actitudes hacia el sistema educativo y el entorno escolar, y un largo etce?tera. Es por eso que debemos saber de que? estamos hablando, para poder hacer un ana?lisis ma?s amplio de la situacio?n.
A menudo cuando vemos una noticia en algu?n medio de comunicacio?n sobre “una pelea de jo?venes en la calle”, decimos que ha sido bullying. O cuando por ejemplo, escuchamos que “un grupo de jo?venes animaron a un compan?ero a saltar por un acantilado”. ¿Pero que? quiere decir esto? Esto quiere decir que nos estamos empezando a familiarizar con determinadas situaciones entre jo?venes que percibimos como violentas y las categorizamos dentro del mismo cajo?n: el del bullying. Por eso, cuando analizamos el feno?meno del bullying debemos hablar de situaciones que se dan en el a?mbito escolar, pero bajo mi opinio?n como psico?loga en general y como orientadora educativa en particular, cuando hablamos de causas y consecuencias, debemos aludir aludir a un componente social.
El bullying parece ser tomado como una nueva “moda”, lo que ha hecho que muchas personas se lleven las manos a la cabeza cada di?a que salen casos nuevos, pero otras personas se llegan a habituar a la situacio?n y normalizarla. Sin embargo, la comunidad educativa ha empezado a movilizarse para intervenir y poder reducir el nu?mero de estudiantes acosados en las aulas. Programas de intervencio?n educativa, protocolos de actuacio?n en las escuelas, iniciativas en las redes sociales y asociaciones han sido algunas de las medidas para poder solucionar esta problema?tica.
Al hilo de las nuevas modas, muchas personas consideran que el bullying es un tema al que no debe concederse ni demasiado tiempo ni importancia porque es algo que “ha pasado siempre”. Si bien es cierto que desde hace ya varias de?cadas venimos hablando de un descenso del bullying, esta informacio?n debemos contrastarla con datos empi?ricos. Y es que este no es un dato positivo, pues al parecer la reduccio?n de los casos de bullying se debe a un aumento en los casos de ciberbullying.
Si analizamos pormenorizadamente los informes y estadi?sticas de los casos de acoso escolar o bullying, nos podemos encontrar con datos interesantes: anteriormente las vi?ctimas del acoso escolar soli?an ser ma?s los chicos que las chicas, dato que actualmente se mantiene (53,2% frente a 46,8%); los estudiantes de 10 an?os o menos suponen alrededor del 45% de los casos de acoso escolar; la edad media de inicio de acoso escolar se situ?a en los 10 an?os; la gran mayori?a de estudiantes acosados son de nacionalidad espan?ola aunque ha habido un aumento significativo de las vi?ctimas de nacionalidad extranjera.
Sin embargo, los datos vari?a en los casos de ciberbullying: dos terceras partes de las vi?ctimas en los casos de ciberbullying son chicas (65,6% frente a 34,4%); son minoritarios los casos en los que los estudiantes menores de 10 an?os son vi?ctimas de ciberbullying; la edad media de inicio se situ?a en los 12 an?os y al igual que en los casos de bullying, las vi?ctimas suelen ser de nacionalidad espan?ola, aunque se ha identificado el mismo ascenso de vi?ctimas de origen extranjero.Datos extrai?dos del III Estudio sobre el acoso escolar y ciberbullying segu?n los afectados elaborado por la Fundacio?n ANAR, 2018.
Estos datos ponen de relieve que el ciberbullying es un feno?meno cualitativa y cuantitativamente diferente al del buylling. Esto nos muestra que estamos ante una sociedad cambiante de ha?bitos, de relaciones sociales, de valores y comunicacio?nEntre iguales, que hacen que debamos establecer modos de actuacio?n diferentes para poder reducir a la ma?xima potencia este tipo de problema?ticas.
Cuando los jo?venes alcanzan la pubertad, los vi?nculos entre los amigos se hacen muy importantes y el grupo de iguales comienza a convertirse en la primera referencia para el desarrollo de su identidad en la mayori?a de los casos. Esto hace que los roles de los miembros de los grupos empiecen a fortalecerse y diferenciarse y encontremos adolescentes con comportamientos muy definidos.
Ya que el grupo de iguales adquiere mucho poder, es normal que los jo?venes desde los 13 hasta los 17 an?os prioricen las normas del grupo a sus propias normas o las de su familia. Esto explica que en muchas ocasiones se ven arrastrados por una presio?n autoimpuesta que les lleva a hacer lo que el grupo aprueba antes que lo que ellos desean o saben que es mejor. Los comportamientos y actitudes en consonancia con el grupo son algo funcional, es decir, para poder integrarse y ser aceptado por un grupo de amigos en la adolescencia es primordial demostrar que los intereses, comportamientos y actitudes son similares a los del resto de los miembros. Si un adolescente perteneciente a un grupo manifiesta intereses contrarios, corre el riesgo de ser rechazado por sus iguales, puesto que podri?a ser una persona con la que el resto de iguales no se identifican y e?sta no refleja la identidad del grupo.
Pero este sentimiento de identidad no solo se conforma respecto al grupo, sino tambie?n respecto al individuo. El adolescente tambie?n va captando la informacio?n del exterior, de su grupo de iguales, de co?mo ellos le tratan y le perciben, del status que tienen dentro del grupo. Es entonces cuando decide formar parte de un grupo determinado o salir de e?l segu?n el grado con el que se identifique. De este modo, se van conformando los grupos, pues en la adolescencia si algo es primordial es el sentimiento de pertenencia a un grupo. Estas construcciones sociales que se van elaborando con durante el crecimiento, hacen que haya personas que se conviertan en “li?deres” por representar en su ma?xima expresio?n la identidad del grupo, mientras que otros pasen ma?s desapercibidos, por ocupar una posicio?n ma?s inferior dentro del grupo.
Cuando la bu?squeda de estas comunalidades entre iguales no tiene e?xito es cuando un joven –o varios- se encuentran en situacio?n de riesgo. Es decir, cuando un joven no se identifica con la identidad de ninguno de sus grupos o los grupos no aceptan la identidad de dicho individuo porque se valora negativamente. Esta identificacio?n viene definida por dos aspectos: la apariencia fi?sica y la psicolo?gica.
Respecto a la apariencia fi?sica, es la que ma?s peso suele tener durante la adolescencia es necesario tener en cuenta que la imagen social que se proyecta es importante. Para los jo?venes es importante tener amigos que vayan en consonancia con sus gustos, es decir, que sean “atractivos”. Parece inconcebible, pero los jo?venes en un primer momento tienden a acercarse y tener los primeros intercambios sociales con quienes creen que tienen buena apariencia fi?sica. De ahi? que por desgracia muchos de los escolares que tienen un atributo sobresaliente como “las gafas”, “el acne?” o “los brackets” o simplemente tienen una apariencia diferente, sean motivo de rechazo. Porque los jo?venes perciben que estos individuos no van en consonancia con sus gustos o identidad y por tanto, no quieren estar con ellos porque no son como ellos (o dicho de otra manera: no les representan).
Sin embargo, la apariencia psicolo?gica aunque tambie?n tiene peso en la adolescencia, suele tener ma?s importancia a partir de los 17 an?os o en la adultez. La identificacio?n por apariencia psicolo?gica es la manera “ma?s lo?gica y frecuente” por la cual se construyen las relaciones sociales y se basa en la identificacio?n por las caracteri?sticas de personalidad que hace que queramos estar con alguien. Esto es, cuando una persona, sin importar su fi?sico, descubre que los valores y comportamientos del grupo son similares a los suyos y viceversa, se encuentra en una zona de confort. Sin embargo, cuando nos hacemos adultos y observamos que los gustos y actitudes de una persona distan mucho de los nuestros, solemos tomar la decisio?n de guardar distancia o no relacionarnos con esa persona, tomando ma?s bien una actitud pasiva ante las diferencias percibidas.
Cuando esto sucede en la adolescencia y un grupo de iguales identifica a una persona que tiene gustos y actitudes que no se valoran o se reconocen por el grupo, a menudo e?ste toma una actitud activa de rechazo hacia esa persona o personas. Es decir, cuando a un joven le gusta mucho el ajedrez y el resto de iguales lo saben y lo consideran como algo “absurdo”, la necesidad de mostrar la identidad grupal en la adolescencia hara? que el resto de iguales tengan actitudes negativas hacia dicha persona para hacerle saber que “e?ste es diferente a nosotros”.
Asi? es como ante casos en los que el rechazo hacia uno o varios compan?eros de clase se produce por una valoracio?n negativa de la apariencia psicolo?gica de e?stos por parte del grupo la gente se sorprende y dice “Jo, pues fi?jate que es una chica normal, no es rara ni nada”. Esto es porque a veces el hecho de que se observen discrepancias en cuanto a la personalidad entre iguales condiciona ma?s el establecimiento de relaciones, pues los jo?venes tienen claro quie?nes son y quie?nes no quieren ser.
Muchas han sido las personas que han tratado de identificar que? es lo que le lleva a un joven a acosar a otro, pero a di?a de hoy no se puede afirmar la existencia de un solo factor que sea suficiente por si? mismo para explicar el comportamiento violento. Al parecer, es una cuestio?n ma?s circunstancial, que depende de muchos factores externos y del modo en que el joven va experimentando las distintas etapas del desarrollo.
Sin embargo, si? sabemos que en muchas ocasiones los acosadores justifican sus acciones alegando algu?n atributo de la vi?ctima, por lo que e?sta “es diferente”, tambie?n es conocido que los agresores suelen ser por naturaleza de temperamento agresivo, suelen tener un sentimiento de rabia hacia la vi?ctima y en la mayori?a de ocasiones parecen disfrutar de los momentos de acoso a la vi?ctima por producirles diversio?n. Si obtuviera el rechazo de buena parte de la gente que observa la situacio?n de bullying, e?ste cesari?a, ya que la desaprobacio?n invalida el comportamiento agresivo por considerarse como un acto antisocial por el resto de iguales.
El rol de acosador es funcional, pues permite adema?s de reafirmar la identidad de uno, mostrar el poder o la capacidad de influencia que e?ste tiene sobre los dema?s. Es por ello que en las situaciones de acoso suele haber personas que aplauden o que observa, puesto que aunque en muchos casos aunque el acosador tenga una percepcio?n negativa de la vi?ctima, esto no es suficiente. El mo?vil que el impulsa al acosador a llevar a acosar de manera sistema?tica es el entorno social. Cuando e?ste percibe que sus actuaciones son aceptadas por los dema?s, afianza su comportamiento para obtener refuerzo y aprobacio?n social. De otro modo, si obtuviera el rechazo de buena parte de la gente que observa la situacio?n de bullying, e?ste cesari?a, ya que la desaprobacio?n invalida el comportamiento agresivo por considerarse como un acto antisocial por el resto de iguales.
Como personas, estamos en constante aprendizaje, un proceso presente en todas las situaciones de la vida cotidiana, no so?lo en la adolescencia. El aprendizaje tiene un importante sentido y es la capacidad de prediccio?n que podemos ir desarrollando con el tiempo. El establecimiento de li?mites claros, rutinas o consecuencias son formas de aprendizaje. Por ejemplo, cuando los padres le dicen a su hijo que tiene que estar antes de las diez en casa y este llega a las once, sabe que probablemente cuando llegue a casa sus padres este?n enfadados con e?l e incluso lleguen a ponerle un castigo. El adolescente es capaz de saber lo que tiene que hacer y co?mo debe comportarse porque sabe lo que sus padres esperan de e?l. Este tipo de aprendizaje no solo nos permite desarrollarnos como personas, sino que nos hace encontrarnos en una zona de confort donde las consecuencias, sean buenas o malas, no nos pillan por sorpresa.
Estas pautas o normas de comportamiento son a veces tomadas como una amenaza para el adolescente, que en muchas ocasiones quiere saltarlas. Sin embargo, aportan un gran sentimiento de tranquilidad y control, haciendo que el mundo sea un lugar seguro. Sin embargo, cuando las consecuencias son inesperadas o desmedidas, las personas desarrollamos ra?pidamente un sentimiento de vulnerabilidad. Como por ejemplo, cuando en un sitio acontece un tsunami o alguien nos atraca por la calle, por el simple hecho de que no estamos preparados para recibir esa situacio?n. Cuando estas consecuencias o situaciones aversivas se vuelven rutinarias y no encontramos una forma de evitarlas, llegamos a desarrollar lo que se denomina indefensio?n aprendida.
En relacio?n al acoso, muchas son las consecuencias fi?sicas y psicolo?gicas que se derivan, pero la indefensio?n es una consecuencia psicolo?gica que ejerce mucha influencia en el bienestar psicolo?gico de los adolescentes. Esta indefensio?n se hace latente cuando la persona comienza a sufrir y la situacio?n le genera malestar como para empezar a cuestionarse que? ha hecho e?l/ella para tener que pasar por esto, “por que? a mi?”. Esa necesidad de buscar una causa por la que recibir tal consecuencia o de justificar el mal comportamiento de otras personas, causa un sentimiento de desesperacio?n e impotencia. Dejando como u?nico aprendizaje que “no se puede hacer nada, solo esperar a que la situacio?n pase”.
Gracias a la experiencia que he tenido en programas de prevencio?n de acoso escolar, he podido observar que el principal problema surge cuando le preguntamos a un adolescente que? hari?a si supiera o viese que un compan?ero suyo esta? sufriendo acoso. Nos encontramos con que muchos de ellos realmente no querri?an implicarse en la resolucio?n de conflicto por miedo a que se tomen represalias en su contra. Este pensamiento refleja tanto los valores personales de los jo?venes de hoy en di?a como la percepcio?n que ellos tienen sobre su entorno. En nuestro pai?s, tenemos la creencia de que actuar de manera ci?vica ni se recompensa, ni tiene un gran impacto sobre los otros, y por eso no merece la pena solidarizarse ni implicarse en defender las situaciones justas. Esta creencia viene dada de lo que percibimos del entorno. Por ejemplo, nunca se suele reforzar (ni por parte de compan?eros ni de docentes) que una persona ayude a otra, ni que le defienda, etc. Por tanto, si algo que no va a tener un impacto positivo o va a ser recompensado, por que? implicarse.
En este sentido, cabe destacar la valiosa labor que esta? realizando Finlandia para reducir los casos de acoso escolar. Este pai?s hace que los co?mplices sean aquellos que tomen cartas en el asunto ¿co?mo? Responsabiliza?ndolos. Desde el sistema educativo varios compan?eros son los encargados de velar por la seguridad de sus compan?eros y estos cargos van rotando. De este modo, aquellos que defienden a las vi?ctimas no se ven en situacio?n de riesgo, sino como personas que esta?n desempen?ando una labor fundamental en la escuela. El acosador es visto como una amenaza y no como una persona a la que guardarle el respeto y ra?pidamente los docentes transmiten al acosador la obligacio?n de cesar. Esto hace que, a diferencia de otros pai?ses como el nuestro, la vi?ctima en lugar de recibir apoyo psicolo?gico por parte de los docentes y familias, reciba el apoyo y aprobacio?n social, un arma mucho ma?s poderosa.
Por eso, es necesario seguir concienciando a nivel social de esta problema?tica y de la necesidad de darle solucio?n, asi? como de poner en marcha actuaciones que lleven a un cambio en los valores y actitudes hacia la educacio?n, una apuesta por la igualdad, el respeto y la intolerancia hacia el abuso.
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- Psicóloga y orientadora educativa -
Global Exchange acercó el mundo de la moneda a los niños, quienes además pudieron tener en sus manos diferentes divisas.
Global Exchange es, en la actualidad, la tercera empresa más importante del mundo especializada en prestar servicios de cambio de moneda en aeropuertos internacionales y otros ámbitos de gran afluencia turística. Contamos actualmente con una red de 180 oficinas de cambio en 17 países de 4 continentes, en los que atendemos a más de 4 millones de Clientes cada año, gracias a una plantilla de más de 1.600 empleados.
Como empresa comprometida firmemente con la formación, Global Exchange participa en el programa “EMPRESAS AMIGAS DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA EDUCAN EN COLEGIOS”, dentro del cual hemos tenido la oportunidad de impartir durante el año 2015, en diferentes colegios de Salamanca, un taller sobre las monedas y billetes del mundo con el objetivo de trasladarles nuestro conocimiento como especialistas del cambio de moneda y contribuir de esta forma a la formación y educación de los más pequeños.
Los participantes pudieron conocer, de una forma dinámica, divertida y mediante diferentes tipos de juegos, múltiples aspectos relacionados con nuestro sector: desde el origen de la moneda, cuándo y cómo nace, hasta cuantas monedas existen hoy en el mundo, su nombre, su valor con respecto a nuestra moneda, qué personajes históricos aparecen en ellas, pasando por otros aspectos que despertaron gran interés como las medidas de seguridad de cada billete y cómo detectar billetes falsos.
Los niños se mostraron muy entusiasmados con la posibilidad de tener entre sus manos y conocer en detalle monedas tan conocidas como el Dólar de Estados Unidos o la Libra Esterlina u otras más exóticas como el Rial Saudí, el Dólar de Hong Kong, el Peso Mexicano, el Peso Colombiano, la Corona Islandesa o el Rublo Ruso, entro otros muchos. Los que más gustaron a nuestros protagonistas fueron el Dólar Australiano y el Dólar Canadiense, ya que al estar hechos de polímero, un material totalmente distinto al de los billetes de Euro, resultan muy atractivos para los niños.
Además, al poder observar en detalle cada billete bajo lámparas ultravioletas y lupas, descubrieron curiosos detalles que aparecen en ellos y que a simple vista no se ven, como el poema de Sor Juana Inés de la Cruz, figura más importante de la literatura barroca hispanoamericana, que aparece en el billete de 200 pesos Mexicanos, o que en los billetes de Franco Suizo aparece la biografía escrita del personaje que aparece en el billete. También fue importante hacerles comprender, a través de un sencillo juego, que cada moneda extranjera tiene un valor diferente a la nuestra y se sorprendieron mucho con el hecho de que billetes tan grandes como el de 10.000 Yenes Japoneses o el de 50.000 Pesos Colombianos tuvieran un valor muy inferior en nuestra moneda.
Para Global Exchange, participar en este programa ha sido una experiencia muy gratificante, no solo por el hecho de poder compartir nuestro conocimiento sobre las monedas del mundo con los niños salmantinos sino también y especialmente por el interés que despertó nuestra actividad y la gran ilusión y entusiasmo que demostraron en todo momento. Fue una satisfacción ver cómo además de disfrutar y divertirse con esta actividad, pudieron aprender un poquito más sobre los diferentes países del mundo a través de sus monedas.
M.ª Nieves López Miguélez
Abogada y colaboradora de RB Solución de Conflictos
M.ª del Carmen García Castañeda
Asesora en gestión de conflictos y colaboradora de RB Solución de Conflictos
El conflicto es inherente a la naturaleza humana y evitarlo no lo soluciona. Pero enfrentarse a un conflicto como responsables que somos de que se haya generado, supone un gran desgaste físico y psicológico.
Es por ello que desde la antigüedad hemos preferido dejar en manos de un tercero ajeno a nosotros la responsabilidad de resolver nuestros conflictos, aunque el resultado de la decisión que pueda adoptar no nos resulte satisfactoria, incluso habiendo sido a favor nuestro.
Si bien, siempre ha existido, desde hace unos años, está irrumpiendo cada vez con más fuerza la MEDIACIÓN, como un medio alternativo de resolución de conflictos y complementario de la vía judicial.
En América y Europa se lleva utilizando desde hace décadas, con unos resultados muy positivos para las personas que acuden a ella. En España, aunque en materia familiar ya se lleva utilizando desde hace años, en materia civil y mercantil no se reguló hasta el año 2012 en la Ley 5/2012 de 6 de Junio de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles.
La Mediación es un proceso voluntario en el que dos o más partes involucradas en un conflicto trabajan con un profesional imparcial, el mediador, para generar sus propias soluciones con el fin de resolver sus diferencias. El mediador trabajará para que las partes vuelvan a comunicarse, expresen sus emociones, necesidades e intereses, lo que hará que sean ellas las que propongan las posibles soluciones con el fin de obtener el acuerdo más beneficioso para ambas.
La Mediación es una forma flexible de resolución de conflictos, que permite a las partes en disputa una solución previa a lo que hubiera constituido un litigio. La Mediación ofrece una oportunidad de ganar una mayor comprensión de su conflicto, y limitar el coste temporal, económico y emocional, que implica un procedimiento legal completo. Además la Mediación es un proceso confidencial, donde sólo las partes y el mediador van a tener conocimiento de lo que allí suceda.
En la Mediación no hay vencedores ni vencidos. Es un ganar-ganar. Por ello existen mayores garantías de que el acuerdo obtenido se cumpla y sea duradero en el tiempo. Incluso aunque en ocasiones las partes no logren alcanzar un acuerdo, la relación entre ellas puede salir reforzada pues han conseguido volver a comunicarse.
Pero hemos de ser conscientes de que no todos los conflictos se pueden llevar a Mediación. Para eso están los mediadores que ayudan a las partes a determinar si el conflicto que tiene se puede resolver a través de este mecanismo o se debe utilizar la justicia, el arbitraje o la conciliación.
Por lo que ser mediador, aunque parezca que es una tarea fácil requiere de unas cualidades y habilidades que deben ser trabajadas, pues el mediador debe ser neutral, no puede influir en el resultado de la Mediación. Y para ello debe tener empatía, es decir, hacer sentir a la otra persona que es comprendida, lo que significa escuchar activamente. Ser honesto, humilde y tolerante. Creativo, asertivo y buen negociador. Tener sentido de la transformación que se traduce en estar atento a los momentos del proceso en que los participantes tienen la oportunidad de reconocer más claramente sus objetivos, recursos, opciones y preferencias, para tomar decisiones claras y deliberadas. No emitir juicios sobre las opiniones y decisiones de las partes. No sentirse responsable por los resultados de la mediación. Es un sello distintivo, la actitud de poner decididamente en las manos de las partes la responsabilidad por el conflicto.
El mediador no decide, dirime, recomienda o aconseja; se limita a conducir el diálogo, allanar y orientar el proceso, utilizando sus habilidades, técnicas, prácticas y entrenamiento adquirido, siempre acompañado de las cualidades que son inherentes a su profesión.
El mediador debe dominar nociones básicas de diferentes campos de conocimiento para que pueda comprender las muchas situaciones que se presentan en el conflicto, es decir, todo lo que esté en juego. El mediador debe ser esa tercera persona que coordina el proceso de mediación, quien dicta las reglas del juego a la hora de realizar la mediación, pero lo que siempre definirá su actuación y buen desempeño son las cualidades que caracterizan su quehacer.
“La formulación de un problema es más importante que su solución”.- Albert EinsteinEn la sociedad actual, donde estamos conectados mundialmente y donde las relaciones entre personas y naciones están tan extendidas, contar con la Mediación no sólo permite que los conflictos que puedan surgir se resuelvan rápida y eficazmente sin perjuicio para los intereses de las partes, sino que incluso permite que la relación entre las partes no sólo se conserve sino que se vea fortalecida.
Patricia Gálvez Delgado
Técnico Comercial CyL
Bureauveritas
Cuando pesamos en el concepto de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se nos vienen a la cabeza grandes compañías, multinacionales, bancos, pero ¿Y cuando hablamos de una pequeña empresa en mi pequeña ciudad? ¿Puede esta hacer RSE?
Claro que sí y en gran parte ya lo hacen, patrocinan la camiseta del equipo de futbol de los chavales del barrio, utilizan detergentes ecológicos, o reciclan las tintas de tóner, pequeños gestos de RSE, a nivel local todos nos conocemos, el boca a boca es fundamental, las noticias vuelan.
Cuando tenemos que decidir entre comprar el producto de una empresa u otra o en solicitar un servicio, casi nadie se para a preguntarse ¿Es esta empresa responsable con la sociedad? ¿Mira por el medio ambiente?¿Cuida y respeta a sus trabajadores?¿apoya las causas sociales de su entorno?, pero el subconsciente trabaja solo y si en algún momento hemos leído que es una empresa que colabora con buenas causas, interiormente pensaremos “esta es una buena empresa”.
Las entidades no habitan solas, están inmersas en un contexto social en constante movimiento y cada vez más exigentes “bueno, bonito y barato”, estas deben moverse al tiempo con la sociedad y exigirse así mismas ser mejores.
El futuro pasa por las empresas sostenibles y estas son posibles solo si hacen de estos tres conceptos sus pilares, economía, sociedad y medio ambiente.
Existen múltiples herramientas que pueden ayudar a medir y crear RSE en las organizaciones, modelos como:
Imagina cómo quieres que sea tu empresa y hazla sostenible.
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