- Publicado: 16 Mayo 2018
Entrevista a Arantxa Cagigal Casquero. Socia fundadora y Directora de Aranzazu Abogados, S.L.P.

Arantxa Cagigal Casquero.
Socia fundadora y Directora de Aranzazu Abogados, S.L.P.
¿Qué es Aranzazu Abogados?
Es una firma de abogados creada como Boutique jurídica que nace en Salamanca, y tiene despachos abiertos en Madrid y Barcelona, en España; en París y Lyon, en Francia; y , en Oporto y Lisboa, en Portugal.
Somos abogados especializados en materias internacionales, conocedores de los diferentes sistemas legales y formados en el Derecho de distintos países, y en Derecho Internacional que ofrecemos un servicio muy cualificado y personal a nuestros clientes en estos países, y respecto a cualquier otro país mediante una red de colaboradores.
La Universidad de Salamanca aglutina a varios de los Abogados que formamos parte de este gran proyecto, porque de sus aulas nació el ejercicio de este profesión, y avala nuestra capacidad de ofrecer el mejor servicio jurídico. Colaboramos con la misma mediante proyectos formativos de interés social, y es una nuestra vocación seguir participando en diversos proyectos con Universidades de España, y Portugal.
¿Qué ofrece esta firma de abogados?
Desde la conciencia de que la Unión Europea nos ofrece un gran mercado de bienes y servicios, los mismos socios de esta firma de abogados crean un servicio muy cualificado, y adaptado a las necesidades de nuestros clientes, que faciliten en todo momento el acceso a otros países con garantías, sin necesidad de tener que moverse de su país de residencia.
Nuestro protocolo de actuación está orientado a ofrecer a nuestros clientes un trato personalizado inminente, transparencia en la ejecución del trabajo, acompañamiento, y un servicio en distintos idiomas y sistemas legales que avala el mejor de los resultados.
¿Qué recomendaciones les haría a las empresas que se posicionan fuera de España?
En primer lugar, hay que alabar intensamente el buen trabajo, la calidad de los productos y servicios que nuestras empresas exportan fuera. El producto y servicio español goza de una reputación excelente, el savoir faire del español vende, y tiene que protegerse esa calidad.
Cuando empezamos a tratar con clientes de otros países, encontramos dificultades de idioma, de cultura, geográficas, y sobre todo, burocráticas. En este escenario, nuestras empresas han de hacer lo que saben hacer: fabricar, vender, construir, dar un servicio, porque ése es el objeto de sus contratos.
A partir de ahí, siempre delegar en profesionales cualificados y experimentados cualquier gestión que vaya más allá de realizar la profesión que conocen y manejan.
Siempre recomendamos formalizar contratos, acuerdos de confidencialidad, negociar a través de despachos de abogados expertos, porque desde ese momento, ponen en valor su producto y, lo que es más importante, su actitud y protocolo de trabajo. Les imprimirá valor, rigor, seriedad el hecho de solicitar siempre un contrato, compromiso, o vinculación jurídica seria mediante un asesoramiento especial.
Un buen contrato les protegerá en futuras controversias, y lo que es más importante, han de meditar muy bien dónde querrían pleitear en el caso de que fuera inevitable, porque elegir el foro competente y la Ley aplicable puede ser una cuestión de absoluta trascendencia para recuperar un impagado, o defenderse ante un incumplimiento contractual, sin tener que realizar ingentes costes que pongan en peligro la liquidez de la empresa.
Por otro lado, en el momento en que surja la más mínima controversia, desde el momento en que el pedido se haya realizado, siempre poner este asunto en manos de expertos jurídicos, puesto que puede comprometerse el buen fin de la operación por no realizar correctamente ciertas reclamaciones, o reservas, y máxime si esto ha de ser realizado en cualquier país que no sea España.
No duden en consultar a nuestros profesionales cualquier duda que les pueda surgir.