- Publicado: 01 Abril 2019
A lo largo de las últimas décadas estamos viviendo cambios significativos, en relación al empleo. Partiendo de la premisa, de que supuestamente están comenzando a cambiar las situaciones de desigualdad en materia de género, haciendo un análisis de la realidad social en España, a partir del siglo veinte, hasta la actualidad, a fin de comprender las diferencias entre sexos y géneros, acentuadas en el mercado laboral, y que han provocado una desigualdad inaceptable, que debemos de intentar cambiar.
El paso de la mujer al mercado laboral y al mundo de la empresa, como empresaria ha hecho acrecentar el poder de la toma de decisiones y de capacidad de liderazgo de la mujer en distintos ámbitos y ocupaciones.
Las cifras de participación laboral son incuestionables y el siglo XXI, en los últimos 15 años, vemos como es un poco superior si hablamos de población activa la figura de la mujer se ha incrementado un 36,8% frente al 6% de los hombres. Este dato demuestra el tremendo cambio social que hemos experimentado. Hoy tenemos ya 10,6 millones de mujeres activas en nuestro mercado y aunque todavía el número de hombres activos es superior (12,2 millones), a estos ritmos, en breve deberíamos ver cifras de actividad muy próximas entre sexos.
Este es un cambio social, sin lugar a dudas; hoy las mujeres ya no se plantean vivir sin trabajar al tratarse de un componente esencial de su vida de manera muy similar a los hombres. Pero también es un cambio importante para las empresas que, en este tiempo, han abierto sus puertas a muchas mujeres cambiando la composición interna de la empresa mucho más diversa que en el siglo anterior, eliminando muchas de las barreras que hasta ahora había de género.
Aunque es verdad que se ha avanzado significativamente, también es cierto que quedan muchos mas avances por hacer todavía como son:
- Acceso de las mujeres a los órganos de dirección y gobierno de la empresa.
- Brecha salarial y de tipo de condiciones laborales.
- Gestión de la maternidad como periodo especial en la vida de la mujer trabajadora y que todavía hoy genera recelos en una parte de los empresarios.
- La renuncia de un porcentaje de mujeres brillantes a la carrera profesional cuando ésta entra en conflicto con la vida personal.
- El fomento de la presencia femenina en estudios de áreas más científicas, arquitectura, tecnológica e ingenierías, Ya que el número de mujeres que estudian en nuestras universidades es superior al de hombres.
Lo cierto es que la mujer de este siglo es valiente, luchadora y con ganas de hacer realidad sus proyectos e ilusiones como empresaria y como trabajadora, sin olvidar otras facetas de su vida que también le enriquecen, el equilibrio es el ideal de una sociedad avanzada y eso es lo que la mujer lucha por encontrar un equilibrio entre su vida personal y laboral empresarial, sin tener porque abandonar un área de logro por otra.