- Publicado: 30 Agosto 2013
La sociedad de la transparencia comporta una exposición permanente de las autoridades, responsables públicos y empresariales a la mirada crítica y exigente de cientos de miles de personas, atentas a sus actuaciones en los medios de comunicación y las redes sociales. Deslices o actitudes inadecuadas que antes pasaban desapercibidas producen en nuestro tiempo consecuencias graves y serios riesgos reputacionales.
Para realizar satisfactoriamente tareas de representación (pública y privada) no basta con desempeñar esforzadamente las competencias; cada vez es más preciso proyectar con gran cuidado, a través de la imagen, una percepción refleja de comportamientos coherentes con los valores institucionales de las organizaciones que se lideran o gestionan. Para ello resultan claves tanto la ejemplaridad pública como la comprensión de los protocolos.
Ejemplaridad pública es mostrar respeto por principios emblemáticos asociados a nuestras misiones y visiones: servicio a la sociedad, lealtad hacia nuestro modelo de convivencia, capacidad de contribuir a resolver problemas (en lugar de crear otros innecesariamente) y vocación de aportar más allá de lo que la literalidad de las normas nos marca.
Comportamiento protocolario es consideración por unas formas pensadas para reconocer la posición de cada cual en cada momento. Gestos y símbolos vinculados a la dignidad de cada circunstancia, evocando la mejor tradición mediante interactuaciones inteligentes estudiadas a la largo de los tiempos, cargadas pues de significado y sentido.
Estas jornadas mostrarán a los responsables públicos y privados participantes conceptos esenciales sobre estas líneas de mejora en su proceder, predicando con el ejemplo de ponentes ilustrados y célebres por su experiencia y mérito en la defensa de los intereses de España, en empresas, en medios de comunicación, en la diplomacia y en la Universidad.
María Eugenia Bueno Pastor
María Dolores Calvo Sánchez
Ricardo Rivero Ortega
Comité organizador