Con motivo de la conferencia sobre “Ideas para impulsar el desarrollo económico de nuestro entorno” impartida en el Casino por Julio Pindado, Director del Instituto Multidisciplinar de Empresa, queremos preguntarle por algunas cuestiones que pensamos de interés para todas las empresas.
¿Cuáles son las mejores ideas para impulsar el desarrollo económico? Desde mi punto de vista, las mejores ideas son aquellas que se pueden ejecutar de manera directa y no dependen de terceros. Yo diría que el impulso al desarrollo económico depende de todos y cada uno de nosotros, que debemos hacer lo que esté a nuestro alcance.
¿Cómo se puede contribuir a que una empresa genere riqueza? Por supuesto, no hay recetas mágicas para que una empresa genere riqueza, como la crisis económica nos ha puesto de manifiesto, y también nos ha revelado que aún en época de crisis hay empresas que generan riqueza. Sin embargo, sí hay acciones o iniciativas que pueden ayudar a las empresas a generar riqueza, yo puedo hablar de las que yo personalmente he puesto en marcha, pero seguramente hay más y, lo que es más importante, se pueden poner en marchas otras en función de las necesidades que entre todos seamos capaces de detectar y las iniciativas que para satisfacer esas necesidades podamos poner en marcha, y por la propia filosofía de lo que es el desarrollo local, la Universidad de Salamanca puede y debe jugar un papel importante. Dado que preguntas cómo la mejor manera de explicártelo es hablar de iniciativas concretas, como el Instituto Multidisciplinar de Empresa (IME), el Networking Empresarial IME, e IME Business School, entre otras.
¿Cómo el IME puede contribuir al desarrollo económico? De acuerdo con nuestra misión debemos desarrollar las capacidades de las personas y organizaciones empresariales para fortalecer su contribución al desarrollo económico. Para cumplir con esta misión el IME desarrollará tres tipos de actividades: investigación, servicios (tanto a empresas como instituciones) y formación especializada. Para explicar cómo estas actividades contribuyen al desarrollo económico, debemos tener en cuenta que el IME nace con la visión de ser una herramienta para prestar un apoyo eficiente a todos los agentes relacionados con el desarrollo económico. En este aspecto el mensaje del IME es “Queremos ser tu apoyo”. La idea es poner el conocimiento que se genera en el IME a disposición de los agentes que pueden contribuir al desarrollo económico. Por ello, el IME pone en valor la investigación puntera prestando servicios y formación de calidad.
¿Nos puedes explicar cómo la prestación de un servicio del IME puede incidir en el desarrollo económico? Sí, como he dicho antes de acuerdo con nuestra misión nuestra filosofía de servicio es apoyar a las empresas en momentos o situaciones especiales. Por ejemplo, una de las estadísticas más abrumantes es que sólo el 15 % de las empresas familiares pasa a la tercera generación, nosotros como especialistas en Empresa Familiar podemos ayudar a planificar y pasar con éxito el proceso de sucesión, eso en ocasiones significa evitar que la empresa cierre y se pierdan todos los puestos de trabajos. Es sólo un ejemplo, pues el IME puede prestar todos los servicios relacionados con cualquier problemática relacionada con el mundo empresarial, ya sea para una empresa, una institución o una persona física. También quiero destacar como otro ejemplo el Networking Empresarial IME.
¿Cómo el Networking Empresarial IME contribuye a impulsar el desarrollo económico? Efectivamente este networking es un claro ejemplo de impulso al desarrollo económico, que además es una iniciativa gratuita para las empresas participantes, abierta a todas las empresas, aunque damos preferencia a las Empresas IME. Básicamente consiste en trabajar con un número reducido de empresas para ampliar su agenda de contactos, incrementar sus resultados comerciales a través del sistema de referidos y prescriptores, así como aumentar sus conocimientos y recursos para gestionar mejor sus negocios, proyectos e iniciativas profesionales. El resultado es que facilita el proceso de generación de riqueza de las empresas participantes. La actividad que genera el Networking Empresarial IME es creciente y en el año 2014 ha ascendido a 447.179 euros. Pero más allá de las cifras lo realmente importante es como las empresas se pueden apoyar mutuamente bajo la coordinación neutral de la Universidad de Salamanca para mejorar sus cifras de ventas.
Para finalizar, ¿Cómo contribuye la formación IME Business School al desarrollo económico? Sin duda, nuestra formación ha contribuido significativamente al desarrollo de las empresas. A través de los 7 años de experiencia, que tienen algunos de los títulos hoy día impartidos por IME Business School, hemos identificado, formado y tutorizado a bastantes directivos que están desarrollando una labor clave en la empresa que confío en nosotros para ese cometido. De hecho, toda esta experiencia acumulada en estos 7 años de experiencias exitosas han dado lugar a una nueva iniciativa denominada Emplea Talento IME. El objetivo de Emplea Talento IME es apoyar a las empresas a identificar, atraer, retener y comprometer el talento. Se trata de generar equipos de profesionales claves para el desarrollo de la empresa, pues sabemos cómo formar profesionales claves para que contribuyan al desarrollo empresarial. En definitiva, la iniciativa consiste en una serie de servicios gratuitos para las empresas que van desde solicitar la colaboración para planificar su estrategia en relación con los recursos humanos a nivel directivo y mandos medios hasta pedirnos candidatos con un perfil determinado y nosotros se los preseleccionamos y les organizamos la entrevista con los candidatos en sus instalaciones o en las nuestras.
El pasado mes de mayo se presentó oficialmente IME Business School, la Escuela de Negocios de la Universidad de Salamanca. Se trata de una nueva iniciativa del IME, el Instituto Multidisciplinar de Empresa, que tanto está dando que hablar en nuestros círculos empresariales. Al frente de IME Business School se encuentra el Profesor Jesús Galende.
Me encuentro absolutamente convencido. Una Escuela de Negocios supone alcanzar el máximo nivel en formación en empresa. Ya gozamos de una muy buena formación a nivel de grado y también hemos ido adquiriendo cierta experiencia en postgrado, pero nos faltaba una oferta de títulos de calidad totalmente centrados en la empresa. IME Business School supone un salto cualitativo en formación en Salamanca. Me atrevería a decir que es un antes y un después. Las empresas de nuestro entorno quieren disponer de un punto de referencia, cercano a ellas, que les ayude a resolver sus problemas. IME Business School es la respuesta que la Universidad de Salamanca y el propio IME les ofrece.
Aunque soy de los que opinan que nunca llega el momento óptimo, considero que existen razones para creer que sí que nos encontramos en un buen momento. Y no me refiero tan solo a la ya tan oída afirmación de que estamos saliendo de la crisis. Lo que sí es cierto es que esta crisis nos ha dejado huellas y secuelas, que van a persistir en el tiempo, y nos ha dado la oportunidad de aprender algunas lecciones. Una de ellas es que, para salir adelante, resulta imprescindible la formación, y del más alto nivel. La población con estudios de máster tienen una tasa de paro tres veces inferior a la de la población total activa, y los empleos obtenidos son de una mayor calidad, en términos de estabilidad y de remuneración económica y no económica. Por su parte, las empresas con personal más cualificado han resistido mucho mejor estos malos momentos y se encuentran mejor preparadas para aprovechar las nuevas oportunidades. Nosotros, a través del instrumento que es IME Business School, queremos contribuir a que todo esto sea una realidad.
Nuestra Escuela de Negocios se encuentra centrada en las personas. Pueden ser recién graduados, tengan o no formación de postgrado, profesionales de escasa experiencia o aquellos que gozan ya de una amplia y sólida trayectoria empresarial. Tenemos diversos tipos de programas, adaptados a los más diversos perfiles, pero todos ellos tienen el denominador común de provocar un efecto transformador en nuestros participantes. Las empresas están formadas por personas, por lo que automáticamente esta transformación se traslada a las empresas. De este modo, logramos nuestro único objetivo final, que es contribuir al desarrollo económico y social de nuestro entorno.
Se trata de un completo paquete de programas diseñados para satisfacer las necesidades que continuamente nos hacen llegar las empresas. Existen programas más generalistas y otros más orientados a especialidades o sectores específicos, para aquellas empresas que tienen necesidades más concretas. Pero evitando que una excesiva especialización se convierta en un hándicap de desarrollo profesional, por lo que adoptamos un enfoque de dirección general y totalmente interdisciplinar, posible gracias al respaldo que nos ofrece el IME. Sus contenidos son rigurosos académicamente hablando y de gran relevancia práctica, directamente orientados hacia la toma de decisiones y su puesta en práctica.
En primer lugar, debo mencionar el MBA en Dirección de Empresas Familiares (MBA DEF), que en este año se encuentra ya en su séptima edición. Para nuestras empresas colaboradoras se ha convertido ya en un magnífico instrumento de selección de personal. Adicionalmente, tenemos un Máster en Dirección de Empresas (MBA), que permite una formación mucho más especializada, ya sea en Comercio Exterior, Dirección Comercial, Dirección Financiera, Dirección de Recursos Humanos, Dirección de Operaciones, Dirección Contable o Asesoría Fiscal. Asimismo, ofertamos un Máster Interuniversitario en Gestión de Empresas Agroalimentarias (MIGEA), que es nuestra apuesta por lo nuestro, por la actividad más cercana a nuestra tierra y que, debidamente potenciada, sí tiene un gran futuro. Nuestra oferta estrella es un Programa de Desarrollo Directivo (PDD), dirigido a los más altos niveles de la empresa. Se trata de un programa de acceso exclusivo para directivos, empresarios y profesionales liberales con amplia experiencia en puestos de responsabilidad directiva. Proporciona un impulso al más alto nivel a su carrera profesional. De este programa estamos ahora en pleno proceso de selección, por lo que animo a todos los interesados a que no demoren su solicitud. Por último, planteamos dos programas totalmente a la medida de las necesidades de la empresa. Se trata de la Formación in Company (FIC) y del Programa de Desarrollo Empresarial (PDE).
Al formar parte de una institución sin ánimo de lucro, como es la Universidad de Salamanca, lo único que pretendemos es cubrir costes. Nuestra mayor motivación, como mencioné anteriormente, es apoyar a la sociedad en la que nos encontramos. Y puedo asegurar que es algo muy satisfactorio para nuestra Escuela de Negocios. Por ello proponemos unos precios muy ajustados. Además, existe un amplio programa de becas y la posibilidad de deducir gran parte o la totalidad del coste como gastos de formación, por lo que los desembolsos finales para nuestros participantes y también para nuestras empresas son realmente escasos. En cualquier caso, se trata de una buena inversión, lo puedo asegurar realmente. Invito a solicitar información concreta sobre este aspecto.
Ofrecemos amplia información en nuestra web (http://ime.usal.es/ibs) y, de una manera totalmente personalizada, en nuestras oficinas en el Campus Miguel de Unamuno de la Universidad de Salamanca o bien en el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
Roberto Bernal. Abogado, Mediador y Director de RB SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
El mundo de la empresa es de vital importancia para el desarrollo de una sociedad. Seguramente las empresas sean uno de los mejores instrumentos creados por el hombre para gestionar recursos y conseguir objetivos, y con ello crear prosperidad y riqueza. Las empresas son organizaciones muy funcionales y en muchas ocasiones surgen conflictos o disfunciones en el sistema que afectan negativamente a los objetivos, ambiente de trabajo, rendimiento de los trabajadores y a los resultados.
Estas dificultades en gran parte pueden abordarse en momentos diferentes: a través de la adopción de una política activa de prevención y gestión de conflictos en la misma empresa, como ya hacen grandes empresas multinacionales, y a través de la formación que en esta materia puedan recibir los mismos directivos y trabajadores. También sería interesante que este tipo de formación en gestión de conflictos fuera implementada en los programas de formación académica de los diferentes estudios relacionados con el mundo empresarial pues ayudaría a prepararse a los que ahora son alumnos y en el futuro posibles empresarios o trabajadores.
De hecho los conflictos se pueden dar en todas las empresas y en todas sus relaciones, tanto a nivel interno como externo con otras empresas o clientes. Conocer ciertos elementos, mecanismos y herramientas sobre gestión de conflictos, puede ayudar a las empresas a prevenir que sucedan, y si suceden, saber abordarlos y gestionarlos de la manera más adecuada y con los menores efectos o consecuencias posibles a todos los niveles, además de incidir en una mayor productividad, calidad en su actividad, imagen de marca, éxito e innovación.
En ocasiones pensamos en las empresas como si fueran máquinas, pero lo cierto es que sus verdaderos engranajes son las personas que las componen. Entre ellas pueden surgir conflictos derivados de sus diferentes personalidades, intereses o distintas maneras de sentir, pensar o actuar.
Estas diferencias o conflictos pueden impedir trabajar juntos, convivir juntos, unir esfuerzos, estar bien organizados, etc, lo que puede llevar a la pérdida de productividad de la empresa. Si no somos capaces de hacer que las personas trabajen juntas como un equipo, todo proyecto se hará más complicado y el conjunto será muy poco productivo, estropeando el trabajo realizado y los objetivos marcados.
La conflictividad tiene algunos detonantes que pueden encontrarse en cualquier organización, sobre todo si los órganos de dirección no son conscientes de que el factor humano y la gestión de la individualidad y los conflictos son algunas de las cosas más importantes a la hora de lograr cumplir los objetivos de la empresa. Esto sucede muy especialmente cuando se trata de empresas familiares, donde el nivel emocional es más elevado.
En los balances de las empresas no existe normalmente un cálculo de los costes que generan los conflictos mal atendidos o no atendidos a tiempo; probablemente lo más visible sea el de gastos en abogados. Los conflictos en una empresa cuestan mucho, no solamente dinero. Algunos de estos costes invisibles pueden ser el tiempo gastado en ellos, una reducción de la motivación, estrés, absentismo, reestructuraciones o cambios de personal innecesarios, robos de material o equipamiento, etc.
Estamos en un momento de la historia en el que se debe desarrollar una forma distinta de solucionar los conflictos. El conflicto es transversal y debe ser abordado de manera global e integral. De hecho introducir dentro de las empresas capacitaciones en materias como la inteligencia emocional, gestión de emociones, diálogo y comunicación, medios alternativos de resolución, e incluso intrainteligencia o liderazgo corazón puede ayudar mucho a la prevención y gestión del conflicto, y aún más allá, a un desarrollo interior personal que va a servir al mismo tiempo al propio funcionamiento de la empresa y por consiguiente también a la sociedad. Creo por tanto en el desarrollo de habilidades transversales dentro de la empresa y más en la de su dirección.
Hay que tener en cuenta además que gran parte de las empresas en España son familiares, lo que hace que el tema de la gestión de emociones sea aún más importante trabajar. En las empresas los conflictos hay que abordarlos rápidamente y si es posible, por medio de mecanismos alternativos al judicial, ya que permiten menor coste económico, emocional y de tiempo, pues normalmente el acudir a la vía judicial daña irreversiblemente la relación comercial y si es una empresa familiar incluso la relación familiar. Está claro también que habrá en muchas ocasiones que la única vía al final posible sea la Judicial o en su caso el Arbitraje, pero creo que no hay que desdeñar y sí apostar en las empresas por estos otros mecanismos alternativos y complementarios, que también guardan siempre más la confidencialidad e imagen de la propia empresa, aspectos muy importantes en un mundo tan competitivo como el actual, en el que cualquier cuestión puede marcar la diferencia.
Décadas de experiencia y profesionalidad
Feltrero, Empresa Amiga de la Universidad de Salamanca, nos presenta su División de Arte, a través del Director del Museo Casa Lis, Pedro Pérez Castro.
El Grupo Feltrero es un grupo empresarial que abarca diversas áreas de negocio, que, con varias décadas en el mercado, aporta experiencia y profesionalidad en todos sus servicios, tanto nacionales como internacionales.
Este grupo empresarial, con sedes en Salamanca, Madrid, Barcelona y Zaragoza, facilita envíos a los diferentes puntos nacionales e internacionales.
Además, aporta seriedad en todos sus trabajos, lo que le ha hecho innovar y siempre en función de las necesidades de sus clientes. Y todo ello, gracias a su logística y a la producción en sus propios talleres y carpinterías.
Jesús Galende. Profesor Titular de Organización de Empresas, Director IME Business School y Director Programa de Desarrollo Directivo (PDD), Instituto Multidisciplinar de Empresa (IME), Universidad de Salamanca.
Eran principios de los 90 cuando creí “terminar” mis estudios en la Universidad de Salamanca. Una auténtica promoción de jóvenes licenciados ilusionados con todo un futuro por delante. Recuerdo que había sido una formación masificada, basada en conocimientos, que a duras penas habíamos memorizado y, en algunos casos, hasta comprendido. Recuerdo que el mayor síntoma de internacionalización en el aula habían sido algunos estudiantes extremeños venidos de las lejanas tierras “sureñas”. Lo del programa Erasmus, aunque ya existía, era la excepción. Y también recuerdo que el mayor reto para nosotros era, en ese momento, tener que abandonar nuestra querida Salamanca, que tantas horas de diversión en plenos locos años 80 nos había proporcionado, para tener que buscar trabajo en alguna provincia cercana, principalmente Madrid, foco de desarrollo económico de la época. Seguro que tú también recuerdas todo esto.
Al igual que ahora, era época de cambios: caída del muro de Berlín, formación de la Unión Europea, comienzo de la era de las comunicaciones… Y, al igual que ahora, era época también de crisis económica, que acabó alcanzando a todos. Sin embargo, fuimos encontrando, en nuestra mayoría, nuestra posición en la sociedad, con un trabajo de los que se consideraba digno, ya fuera en la empresa privada o mediante una de las todavía “abundantes” oposiciones públicas. Un trabajo que parecía estable con lo que, efectivamente, nuestros estudios pudimos darlos por “terminados”.
Han pasado 25 años, y todo ha cambiado. Al principio sin darnos cuenta, para acabar por enterarnos, como suele ocurrir en todo proceso de cambio mal gestionado, cuando la situación ha empeorado, a raíz de la reciente crisis económica.
La nueva realidad es que el trabajo seguro, el de toda la vida, se está terminando, y que el poder alcanzar una cierta estabilidad depende ahora de la aportación y contribución conjunta de todos, empresarios y trabajadores, navegando en el mismo barco.
En este nuevo contexto, nos hemos dado cuenta de que, realmente, los estudios no terminaron. Todo fue una ilusión. Para mejorar, e incluso para mantenernos en el duro mercado actual, hace falta un aprendizaje continuo, a lo largo de toda la vida, que puede y debe ser adquirido de manera informal, a través de nuestra propia experiencia, pero que suele necesitar de un apoyo mucho más explícito, que supone un importante ahorro de tiempo y recursos.
Pero el cambio no sólo ha afectado al momento de recibir formación, sino también a la forma. No se trata de memorizar nuevos conocimiento teóricos, con la esperanza de poder aplicarlos algún día, si es que todavía nos acordamos de ellos. Se trata de una formación práctica, basada en el desarrollo de competencias, habilidades y valores. Competencias y habilidades muchas veces transversales, de tipo humano, necesarias para gestionar el activo más importante y decisivo en nuestra sociedad actual: las personas. Y especialmente valores, porque las relaciones duraderas, también entre empresario y cliente o entre directivo y colaborador, se encuentran basadas en la confianza, y la confianza nunca se transmite si los valores no están claros.
La nueva formación, ahora integral, de la persona en su conjunto, requiere de un auténtico proceso de entrenamiento, muy personalizado, en el que el formador, o más bien el facilitador, acompaña al participante en su proceso de aprendizaje, que va experimentando dentro y fuera del aula las situaciones que se le van planteando, con una metodología totalmente dinámica y participativa. Esta forma de aprendizaje produce resultados visibles de manera inmediata, lo que redobla la motivación intrínseca de los participantes, que a su vez provoca su mayor implicación, desencadenando un círculo virtuoso de progreso.
Esta nueva situación supone un indudable reto para todos nosotros, comenzando por la elección de la entidad que nos puede proporcionar la formación que necesitamos, ya que el mercado es muy amplio y existen importantes incertidumbres y asimetrías de información en un mercado de intangibles, como es el aprendizaje. Voy a darte cinco claves:
1. Que sea una entidad de calidad, avalada por su marca y por su experiencia en procesos de formación. Las entidades desconocidas son una lotería que no siempre te va a acabar tocando.
2. Que se encuentre formada por un equipo docente en el que colaboren tanto académicos como profesionales. Los primeros te aseguran la rigurosidad de los contenidos. Los segundos su utilidad práctica.
3. Que aplique una metodología de enseñanza activa que te permita participar y entrenar. No importa si presencial, semipresencial u on-line, aunque ciertas competencias y habilidades requieren tu interacción con el formador, por lo que la cercanía es un punto a favor importante. Y la existencia de un grupo reducido de participantes.
4. Que posibilite obtener un título de reconocido prestigio. Aunque lo principal es el aprendizaje, muchas capacidades no vas a poder demostrarlas de manera instantánea, por lo que quién expide cada certificado va a ser un punto importante como garantía de calidad.
5. Que te permita obtener resultados. Fíjate en los componentes de promociones anteriores de los programas de la entidad, en sus opiniones, en su trayectoria profesional y personal, en su puesto de trabajo actual. Ahora es fácil contactar con ellos a través de las redes sociales.
Mucha suerte y bienvenido a los nuevos tiempos. Pero recuerda que la suerte hay que buscarla y manejarla con una buena herramienta. Y esa es, ahora, tu responsabilidad.
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